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¿Daña la creatina los riñones?

La creencia de que la creatina daña los riñones está muy extendida dentro del ámbito médico y deportivo. Cada vez que se habla de este suplemento siempre aparece el fantasma del daño renal.

La creatina es un suplemento alimenticio con una larga investigación tras de sí y su ingesta presenta numerosos beneficios entre los que se encuentran determinadas mejoras en la salud y el rendimiento deportivo. Sin embargo, desde hace algún tiempo, existe una sombra sobre este suplemento en referencia al posible condicionante del impacto negativo sobre los riñones.

A continuación, voy a contarte qué tiene esto de cierto, y qué no, basándome en lo que cuenta la literatura científica.

Creatina y daño en los riñones

Para seguir con mi costumbre de que conozcas la solución rápidamente ya te adelanto que no, no provoca daño en los riñones. A día de hoy la evidencia científica es clara sobre la seguridad en el consumo de creatina para sujetos sanos.

“El consumo de suplementos de creatina en sujetos sanos por tiempos prolongados es seguro para la salud y no hay evidencia de que produzca daño renal crónico”.

Suplemento de creatina en polvo con el sello creapure

CREATINA CREAPURE

Ahora que ya sabes la respuesta, si quieres conocer más a fondo de dónde viene la creencia de que la creatina daña los riñones, continua leyendo el resto del texto.

Información general sobre la seguridad de la creatina

La creatina es popular desde los años 90. Se han realizado miles de estudios sobre su ingesta y además es un suplemento consumido por millones de personas. El único efecto adverso que se le ha podido vincular es el de un aumento de peso debido a una retención de líquido en las células musculares, que más que un factor desfavorable podría calificarse como un efecto beneficioso.

Evidencia Científica

Los estudios en poblaciones sanas a corto y largo plazo (hasta cinco años) con dosis de hasta 0,8 g/kg/día (dosis muy altas) han demostrado que la suplementación con creatina es segura y que muestra beneficios para la salud y el rendimiento deportivo.

Por otra parte, es cierto que podemos encontrar aserciones negativas sobre la creatina en medios populares que carecen de fundamentos, así como algunos casos raros descritos en la literatura científica que no presentan una evaluación rigurosa de causalidad y que además han sido refutados por numerosos estudios clínicos bien controlados.

Especialmente, en el caso que nos ocupa, creatina y disfunción renal, la literatura científica tampoco ha demostrado evidencia de que el uso de este suplemento en personas sanas favorezca la disfunción renal a largo plazo.

¿Por qué se dice que la creatina daña la función renal?

Argumentos a favor de que la creatina daña los riñones

Dentro de los miles de estudios que se han realizado sobre la creatina, la literatura científica describe algunos casos raros en los que, aparentemente, podría no resultar beneficiosa para tus riñones.

Argumentos en contra de que la creatina no daña los riñones

Algunos de estos estudios con resultados contrarios mostraron que ciertas personas, las cuales tomaban únicamente creatina o lo hacían junto a otros suplementos, presentaron niveles altos de creatinina y/o disfunción renal.

Por otra parte, estudios realizados en ratas que ya padecían enfermedad renal, y a las cuales se le suministró una cantidad de creatina equivalente a 140 g/día para una persona de 70 kg, concluían que experimentaron una progresión de la enfermedad.

Estos y otros estudios con resultados en la misma línea generaron preocupación entre los investigadores, por lo que se puso el foco en aumentar los estudios sobre el impacto de la creatina en la función renal.

Argumentos en contra de que la creatina daña los riñones

La intensa investigación científica posterior, mediante estudios clínicos bien controlados, pudo demostrar que muchos de los estudios anteriores no presentaban la rigurosidad requerida para mostrar afirmaciones de causalidad y en su gran mayoría fueron refutados.

Estudios en animales

Entre la inmensa literatura científica a favor de la suplementación con creatina, encontramos estudios que señalan que la suplementación en ratas con 2g/kg/día durante 10 semanas no tuvo efecto sobre la filtración glomerular ni el flujo plasmático, de la misma forma que otras investigaciones apuntan que tampoco se produjo toxicidad renal ni hepática con idénticas cantidades o que la suplementación de creatina en ratones se ha utilizado con éxito para mejorar la disfunción renal relacionada con la asfixia al nacer.

Argumentos a favor de que la creatina no daña los riñones

Estudios en humanos

Dejando a los roedores de lado y centrándonos en los humanos, podemos encontrar innumerables investigaciones que avalan la seguridad de la creatina. Te muestro a continuación algunos de carácter relevante:

  • El consumo en humanos de 20 g/día de creatina durante 5 días, y hasta 10 g/días desde los 10 meses hasta los cinco años (dosis muy altas y a muy largo plazo) no tuvo efecto sobre el aclaramiento de creatina, la tasa de filtración glomerular, la reabsorción tubular o la permeabilidad de la membrana glomerular.
  • Jugadores de fútbol americano que se suplementaron con dosis de creatina de 5-10 g durante 21 meses no tuvieron efectos sobre la depuración de creatinina.
  • Doce semanas de suplementación con creatina en pacientes diabéticos tipo 2 no tuvieron efectos sobre su función renal.
  • Se ha utilizado con éxito la suplementación de creatina para reducir los niveles de homocisteína y/o mejorar los resultados de los pacientes con enfermedad renal.
  • La suplementación a largo plazo en poblaciones de pacientes con diferentes patologías, hasta 30 g/día durante años, no se asoció a una mayor incidencia de disfunción renal. En cualquier caso, siguiendo el principio de individualización, es muy recomendable que las personas que deseen iniciar la suplementación con creatina, y que presenten algún tipo de patología renal, consulten con su médico antes de iniciar el proceso.
  • Numerosos estudios señalan que existe evidencia suficiente sobre el consumo seguro de creatina, en las dosis recomendadas, para niños y adolescentes, sin que se produzcan efectos secundarios clínicamente significativos. Es decir, en niños y adolescentes tampoco la creatina daña los riñones. Por lo que se puede señalar el consumo de monohidrato de creatina en personas sanas, estén entrenadas o no, e independientemente de la edad, como una práctica segura. Además, la ingesta de creatina en jóvenes atletas puede reducir el riesgo de lesiones y  mejorar las adaptaciones al entrenamiento.
  • La investigación científica también señala que la creatina puede mejorar la salud y el bienestar durante el proceso de envejecimiento, además de contribuir positivamente en el tratamiento de diversas poblaciones clínicas sin que dicha suplementación presente riesgos significativos.

¿Y por qué sube la creatinina? Filtración glomerular.

La creatinina es un producto de desecho que se genera en los músculos dentro un proceso normal que resulta de la actividad física diaria. Este producto, la creatinina, se acumula en la sangre y es expulsado por los riñones a través de la orina. Si existe un problema en los riñones la creatinina se puede acumular en la sangre observándose menos cantidad en la orina, por lo que los niveles anormales de creatinina, tanto en sangre como en orina, podrían indicar enfermedad renal.

Cuando consumes creatina como suplemento esta se degrada por vía no enzimática a creatinina. Esta degradación puede, en algunos casos, elevar transitoriamente y de forma desproporcionada, los valores séricos de creatinina respecto a los que puedan encontrarse en la orina, lo que podría generar sospecha de una nefropatía.

Riñones. Es falso que la creatina daña los riñones.

Esta elevación transitoria de la creatinina sérica por la suplementación con creatina no es patológica en sí misma.

Sin embargo, al ser la determinación de la creatinina sérica un parámetro solicitado de forma rutinaria en los análisis clínicos, con la finalidad de corroborar el buen funcionamiento de los riñones, los posibles resultados anormales provocados por la suplementación con creatina podrían inducir a una primera sospecha errónea de enfermedad renal.

La segunda sospecha aparecerá con otra de las pruebas que siguen a la anterior, la determinación de la velocidad de filtración glomerular estimada (eVFG). Esta determinación se calcula con una fórmula que incluye la concentración de creatinina sérica. Obviamente, al introducir los valores de creatinina, elevados de forma transitoria por la suplementación con creatina, se obtendrá un resultado inferior al real sobre la estimación de la velocidad de filtración glomerular (eVFG), pudiéndose diagnosticar, de nuevo erróneamente, una enfermedad renal y/o insuficiencia renal.

La elevación de la creatinina sérica, o su valor desproporcionado respecto de la creatinina en la orina, no tiene por qué ser un indicativo de enfermedad renal en sí mismo, y menos debido a la ingesta de la suplementación con creatina.

Es muy importante informar a los médicos sobre el consumo de creatina como suplemento para que puedan realizar un diagnóstico correcto y/o las pruebas más adecuadas ante un resultado anormal de los valores de creatinina o ante la sospecha de enfermedad renal.

Resumen

  • La creencia de que la creatina daña los riñones está muy extendida dentro del ámbito médico y deportivo.
  • La creatina es un suplemento alimenticio con una larga investigación tras de sí y su ingesta presenta numerosos beneficios entre los que se encuentran determinadas mejoras en la salud y el rendimiento deportivo.
  • El único efecto adverso que se ha podido asociar a la creatina es el de un leve aumento de peso debido a la retención de líquido en las células musculares. Este efecto, más que considerarse como desfavorable, debería calificarse como beneficioso.
  • “El consumo de suplementos de creatina en sujetos sanos por tiempos prolongados es seguro para la salud y no hay evidencia de que produzca daño renal crónico”.
  • Los casos de nefrotoxicidad reportados por la literatura científica  son muy escasos en individuos sanos.
  • Debido a que no hay evidencia suficiente sobre el uso de creatina en sujetos con nefropatías crónicas o que ingieran drogas nefrotóxicas, se recomienda no utilizarla en estas poblaciones.
  • Elevación de creatinina sérica y velocidad de filtración glomerular:
  1. La elevación transitoria de la creatinina sérica por la suplementación con creatina no es patológica en sí misma. Emplear únicamente dicho dato para emitir un diagnóstico de enfermedad renal podría resultar erróneo.
  2. La determinación de la velocidad de filtración glomerular estimada (eVFG) incluye en su fórmula el dato de la concentración de creatinina sérica. Si se introduce en dicha fórmula un valor de creatinina elevado por la suplementación con creatina, se obtendrá un resultado para la velocidad de filtración glomerular (eVFG) inferior al real. Esto puede llevar a emitir un diagnóstico erróneo de enfermedad renal y/o insuficiencia renal.
Emilio

Emilio Montes de Oca

Dietista-Nutricionista, experto Universitario en nutrición deportiva.

Bibliografía

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¿Suplementos nutricionales o complementos alimenticios?

Seguro que has oído hablar de los suplementos nutricionales nombrados con multitud de términos diferentes. Suplementos alimenticios, deportivos, complementos nutricionales, ayudas ergogénicas, suplementos dietéticos, así como otras tantas denominaciones que, seguro, me dejo atrás.

Pero, ¿toda esta terminología hace referencia al mismo tipo de producto?, ¿son sinónimos?, ¿existe diferencia entre ellos?, ¿cuál es la forma correcta de llamar a estos productos?

Sigue leyendo. Te lo cuento rápidamente.

¿Es lo mismo un complemento alimenticio que un suplemento nutricional o alimenticio? 

Como puede que tengas prisa, te soluciono este misterio ahora mismo, y si quieres conocer el porqué del asunto, continúa leyendo el resto del artículo hasta el final.

A falta de una definición clara por el momento, podemos decir rotundamente que sí, complemento y suplemento son lo mismo.

¿Cómo debemos llamarlo?, ¿Complemento alimenticio?, ¿suplemento nutricional? ¿complemento nutricional? ¿suplemento alimenticio?

En nuestro país, España, la denominación legal correcta de todos estos productos (suplementos o complementos nutricionales o alimenticios) es COMPLEMENTO ALIMENTICIO, según establece el RD 1487/2009. De hecho, si te diriges a la base de datos de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), podrás ver que todos estos productos están englobados dentro de la misma sección sin distinción alguna.

En cada país, la denominación dependerá de la directiva que los regule. En concreto, la Unión Europea (UE) señala la importancia de regular estos productos de forma conjunta; sin embargo, a falta de un criterio unificado, da libertad a los países miembros para que cada uno establezca su denominación.

Y entonces, ¿por qué todo el mundo habla de suplementos?

Bandera del Reino Unido y de EE.UU

Se debe al idioma, el inglés. En esto de encapsular nutrientes o presentarlos en polvo, tanto norteamericanos como ingleses, nos tomaron la delantera a mediados del siglo XX, y se puede decir que fueron ellos quienes le otorgaron el nombre, Food Supplement.

Habitualmente, en los diferentes países de habla inglesa, ésa es la denominación utilizada; es decir, SUPLEMENTO ALIMENTICIO. Como estos países son los que más tiempo llevan comerciando con estos productos, antes incluso de existir una normativa que los regulara tanto a nivel nacional como europeo, la nomenclatura Supplement (suplemento) ha calado hondo entre el pueblo hispanohablante.

Diferencia entre suplementos y completos “en la calle”.

Si echas un vistazo a la literatura sobre el tema que puedes encontrar en la red, ya tenga ésta más o menos carácter científico, todos los términos anteriormente mencionados se utilizan indiscriminadamente y siguiendo el criterio que el emisor cree más oportuno, ya sea porque atienden a la directiva que los regula, a un lenguaje coloquial o a lo que se estima como más científico. 

Normalmente, cuando se maneja literatura científica, el término más utilizado es el de SUPLEMENTO, y esto es porque la ciencia se escribe en inglés, y el término correcto, en este idioma, es el de suplemento alimenticio.

Sin embargo, en el mundo hispanohablante existe una tendencia a diferenciar entre complemento y suplemento, diciéndose del primero que complementa los nutrientes de la dieta y del segundo, que los suplementa (sustituye) o incluso aporta una sobreingesta de estos. Explicado de otra forma, el COMPLEMENTO se emplea con el objetivo de incrementar el aporte de un determinado nutriente de forma que se alcancen los requerimientos diarios marcados por la dietética y el SUPLEMENTO se suministra para sustituir nutrientes o aportarlos por encima de los valores normales para la salud, todo ello con la finalidad de ejercer una mejora sobre el rendimiento deportivo. 

Continua leyendo y descubrirás de dónde viene la creencia de que un SUPLEMENTO sustituye nutrientes y por qué se ha llegado a esta división cuando no salimos de la lengua inglesa.

Volviendo al idioma. Food Supplement (Suplemento alimenticio). Aquí surge la confusión.

Según Cambridge Dictionary, supplement se define como cualquier cosa que es añadida a otra con la idea de mejorarla o completarla. No tiene ninguna acepción más. No existe ninguna otra definición que indique que sustituye a algo, por lo que un Food Supplement no sustituye ni reemplaza a nada, sino que lo complementa.

Cambridge Dictionary web

El problema surge cuando traducimos la información del inglés, de Food Supplement a Suplemento Alimenticio, y esto es porque en nuestro idioma el verbo suplir tiene más de una definición.

Dicionario Espanol rae

Según la Real Academia Española (RAE):

  • Suplemento: “Acción o efecto de suplir”. 
  • Suplir: 
  1. Cumplir o integrar lo que falta en algo, o remediar la carencia de ello. 
  2. Reemplazar, sustituir algo por otra cosa.

En algún momento alguien debió pasar por alto la primera definición de suplir (integrar), quedándose únicamente con la segunda (reemplazar), provocando la diferenciación entre COMPLEMENTO y SUPLEMENTO para los hispanohablantes.

Por otra parte, si le preguntamos a la RAE por el significado de COMPLEMENTO nos lo define como “Cosa, cualidad o circunstancia que se añade a otra para hacerla íntegra”, sin ninguna definición más, por lo que utilizando el término COMPLEMENTO la función queda clara, complementa y no sustituye nada.

Para evitar confusiones, la directiva española parece haberse dado cuenta de que el término SUPLEMENTO podría inducir a error al tener dos definiciones, y por ello ha decidido limitar la terminología a COMPLEMENTO.

En cualquier caso, atendiendo a sus definiciones podríamos utilizar ambas palabras, COMPLEMENTO y SUPLEMENTO, para indicar que una cosa sirve para hacer íntegra otra. De hecho, complementar y suplementar aparecen como sinónimos en cualquier diccionario. 

Lo que desde luego no aparece en ninguna parte es que SUPLEMENTO tenga el significado de sobredosificar. Esta definición se le ha atribuido libremente al verbo suplir, tanto ”en la calle” como entre algunos profesionales, y por extensión al suplemento alimenticio.

Por todo esto y por lo que te voy a contar a continuación, no debería hacerse distinción entre un COMPLEMENTO y un SUPLEMENTO basándose en la idea de que el COMPLEMENTO complementa nutrientes y el SUPLEMENTO los sustituye o sobredosifica.

El sinsentido de diferenciar entre complemento y suplemento

Carece de sentido diferenciar entre COMPLEMENTO Y SUPLEMENTO atendiendo al criterio de que los COMPLEMENTOS complementan nutrientes y que los SUPLEMENTOS los sustituyen o sobredosifican. 

Esto queda patente cuando observamos que productos considerados como COMPLEMENTOS son utilizados como SUPLEMENTOS y viceversa.

Algunos ejemplos de esto los podemos encontrar en el consumo de vitaminas o minerales (considerados como COMPLEMENTOS) en dosis muy superiores a la dietética con fines deportivos o para cubrir requerimientos de situaciones fisiológicas concretas.

Otro ejemplo similar podría ser la ingesta de cápsulas de ácidos grasos omega-3, también considerados como COMPLEMENTO, por personas que no consumen pescado, con lo que estarían supliendo (reemplazando) dicho consumo de pescado por un COMPLEMENTO. Teniendo en cuenta esto que acabo de decir, ¿podría entonces un COMPLEMENTO ser considerado como SUPLEMENTO? Importante esto último, ya que la normativa europea lo contempla.

Por otra parte, productos considerados como SUPLEMENTOS se pueden consumir únicamente con la finalidad de llegar a los requerimientos dietéticos, como, por ejemplo, el uso de la creatina en una dieta vegana para llegar a los mínimos óptimos diarios o la toma de proteína de whey para lograr un consumo adecuado de este macronutriente. Por lo tanto, no se estarían utilizando ni con dosis superiores a la dietética ni para sustituir nutrientes. En este caso tendríamos SUPLEMENTOS que podrían ser considerados como COMPLEMENTOS. 

En resumen, podemos decir que diferenciar entre COMPLEMENTO y SUPLEMENTO en los términos anteriormente citados carece de fundamento. El posible principio para una correcta diferenciación entre ambos términos podría partir de la directiva europea, la cual señala en su texto que la elección de la denominación más adecuada para estos productos debería estar mediada por la población a la que van destinados, en la finalidad a la que van dirigidos y por la directiva que los regula.

Dos grupos: suplementos y complementos” 

Debido a esta forma equivocada de interpretar las palabras se han creado grupos, sin un criterio lo suficientemente acertado, en el que se incorporan determinados productos en la categoría de COMPLEMENTOS, mientras que otros lo hacen en la de SUPLEMENTOS.

Por ejemplo, si se habla de vitaminas, minerales o ácidos grasos, estos se introducen en el grupo de los COMPLEMENTOS, mientras que si se habla de creatina, beta-alanina o nitratos, se incorporan en el grupo de los SUPLEMENTOS.

Este criterio es erróneo debido a lo anteriormente explicado. Cualquiera de los productos mencionados que se sitúan en un grupo u otro pueden utilizarse para alcanzar los requerimientos marcados por la dietética, para sustituir nutrientes o sobredosificarlos.

Y si hablamos de sobredosificar abrimos otro debate, ya que si la situación fisiológica lo requiere (embarazo, enfermedad o rendimiento deportivo), dicha cantidad extra sería realmente para alcanzar los requerimientos propios de la situación fisiológica específica, con lo que la discordia podría estar de nuevo servida: estaríamos convirtiendo un SUPLEMENTO en COMPLEMENTO o viceversa. 

Denominaciones según diferentes instituciones y países

A continuación, te relaciono la denominación que adquieren estos productos según algunos países o instituciones: 

  • Instituto Australiano del Deporte (AIS): La denominación según esta prestigiosa institución es la de “Suplementos” para todos estos productos, si bien dentro de la denominación general, los separa en alimentos deportivos, suplementos médicos y suplementos de rendimiento respectivamente.
  • National Institutes of Health (NIH) en EE.UU: Los llama suplementos dietéticos.
  • Reino Unido: Cualquier fuente concentrada de vitaminas, minerales u otras sustancias con efectos nutricionales o fisiológicos se denomina Suplemento Dietético. 
  • Organización Mundial de la Salud (OMS): Se consideran Suplementos Dietéticos y/o Nutricionales con Propiedad Terapéutica, aquellas sustancias cuya concentración sobrepase los requerimientos nutricionales establecidos por la misma OMS y que además se indiquen para una condición clínica específica. En el saco entran ácidos grasos y enzimas, proteínas, aminoácidos, carbohidratos, extractos de plantas, productos botánicos.
  • En México, la denominación de “Suplementos Alimenticios” define a los productos orientados a complementar la ingesta dietética total, sin representar sustitución de un alimento o fuente de nutrientes.
  • Europa
  1. Complemento Alimenticio: los complementos alimenticios serán aquellos destinados a completar la dieta normal.
  2. Alimento Dietético: “aquellos productos que, por su composición particular o por el particular proceso de fabricación, se distinguen claramente de los productos alimenticios de consumo corriente, son apropiados para el objetivo nutritivo señalado y se comercializan indicando que corresponden a dicho objetivo”
  • España: Complemento alimenticio.

Resumen

Resumiendo todo lo anterior, voy a citar los puntos clave de este texto para que puedas recordar de forma rápida y clara toda la explicación anterior sobre la diferencia o no entre SUPLEMENTOS Y COMPLEMENTOS.

  • Complemento y suplemento son lo mismo, aunque…
  • la denominación correcta en nuestro país, España, es complemento.
  • En cada país la denominación dependerá de la directiva que regule estos productos.
  • La gran mayoría de las personas de habla hispana los llama suplementos debido a la lengua inglesa. Estadounidenses e ingleses fueron los primeros en aislar nutrientes y comercializarlos, y los denominaron Food Supplement, suplemento alimenticio.
  • Los diferentes términos que se utilizan para nombrar a estos productos se escogen indiscriminadamente y siguiendo el criterio que el emisor cree más oportuno, la mayoría de las veces sin acierto.
  • La ciencia se escribe en inglés, así que el término más utilizado en ciencia es el de suplemento alimenticio.
  • En el mundo hispanohablante existe una tendencia a diferenciar entre complemento y suplemento, diciéndose del primero que complementa los nutrientes de la dieta y del segundo, que los suplementa (sustituye) o incluso aporta una sobreingesta de estos con la finalidad de ejercer una mejora sobre el rendimiento deportivo. 
  • Si atendemos a Cambridge DictionaryFood Supplement no sustituye ni reemplaza a nada, sino que lo complementa.
  • El problema surge cuando traducimos la información del inglés, de Food Supplement a Suplemento Alimenticio, y esto ocurre porque en nuestro idioma el verbo suplir tiene más de una definición según la RAE: 
  1. Cumplir o integrar lo que falta en algo, o remediar la carencia de ello. 
  2. Reemplazar, sustituir algo por otra cosa.
  • Si nos quedamos solo con la segunda definición, la de reemplazar, es cuando provocamos la diferencia entre complemento y suplemento.
  • Complementar y suplementar aparecen como sinónimos en cualquier diccionario
  • La atribución de sobredosificar al verbo suplir es incorrecta, por lo que en ningún caso un suplemento tiene implícita la propiedad de sobredosificar. 
  • No podemos hacer distinción entre complementos y suplementos atendiendo a la atribución de que unos complementan nutrientes y otros los sustituyen o sobredosifican, ya que los productos considerados como complementos se utilizan en muchos casos como suplementos y viceversa.
  • La elección de la denominación más adecuada para estos productos debería estar mediada por la población a la que van destinados, en la finalidad a la que van dirigidos y por la directiva que los regula.
Emilio

Emilio Montes de Oca

Dietista-Nutricionista, experto Universitario en nutrición deportiva.

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Las ayudas ergogénicas nutricionales en el ámbito deportivo. Primera parte. Aspectos generales. Nutrición Clínica en Medicina.

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Real Decreto 1487/2009, de 26 de septiembre, relativo a los complementos alimenticios.

Reglamento (CE) nº 178/2002 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 28 de enero de 2002, por el que se establecen los principios y los requisitos generales de la legislación alimentaria, se crea la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria y se fijan procedimientos relativos a la seguridad alimentaria.

DIRECTIVA 2009/39/CE DEL PARLAMENTO EUROPEO Y DEL CONSEJO de 6 de mayo de 2009 relativa a los productos alimenticios destinados a una alimentación especial (versión refundida).

Directiva 89/398/CEE del Consejo, de 3 de mayo de 1989, relativa a la aproximación de las legislaciones de los Estados Miembros sobre los productos alimenticios destinados a una alimentación especial.

Web oficial de EFSA http://www.efsa.europa.eu/

Web oficial de NIH https://www.nia.nih.gov/espanol/suplementos-dieteticos

Web oficial de OMS https://www.who.int/es