La creencia de que la creatina daña los riñones está muy extendida dentro del ámbito médico y deportivo. Cada vez que se habla de este suplemento siempre aparece el fantasma del daño renal.
La creatina es un suplemento alimenticio con una larga investigación tras de sí y su ingesta presenta numerosos beneficios entre los que se encuentran determinadas mejoras en la salud y el rendimiento deportivo. Sin embargo, desde hace algún tiempo, existe una sombra sobre este suplemento en referencia al posible condicionante del impacto negativo sobre los riñones.
A continuación, voy a contarte qué tiene esto de cierto, y qué no, basándome en lo que cuenta la literatura científica.
Creatina y daño en los riñones
Para seguir con mi costumbre de que conozcas la solución rápidamente ya te adelanto que no, no provoca daño en los riñones. A día de hoy la evidencia científica es clara sobre la seguridad en el consumo de creatina para sujetos sanos.
“El consumo de suplementos de creatina en sujetos sanos por tiempos prolongados es seguro para la salud y no hay evidencia de que produzca daño renal crónico”.
Ahora que ya sabes la respuesta, si quieres conocer más a fondo de dónde viene la creencia de que la creatina daña los riñones, continua leyendo el resto del texto.
Información general sobre la seguridad de la creatina
La creatina es popular desde los años 90. Se han realizado miles de estudios sobre su ingesta y además es un suplemento consumido por millones de personas. El único efecto adverso que se le ha podido vincular es el de un aumento de peso debido a una retención de líquido en las células musculares, que más que un factor desfavorable podría calificarse como un efecto beneficioso.
Los estudios en poblaciones sanas a corto y largo plazo (hasta cinco años) con dosis de hasta 0,8 g/kg/día (dosis muy altas) han demostrado que la suplementación con creatina es segura y que muestra beneficios para la salud y el rendimiento deportivo.
Por otra parte, es cierto que podemos encontrar aserciones negativas sobre la creatina en medios populares que carecen de fundamentos, así como algunos casos raros descritos en la literatura científica que no presentan una evaluación rigurosa de causalidad y que además han sido refutados por numerosos estudios clínicos bien controlados.
Especialmente, en el caso que nos ocupa, creatina y disfunción renal, la literatura científica tampoco ha demostrado evidencia de que el uso de este suplemento en personas sanas favorezca la disfunción renal a largo plazo.
¿Por qué se dice que la creatina daña la función renal?
Argumentos a favor de que la creatina daña los riñones
Dentro de los miles de estudios que se han realizado sobre la creatina, la literatura científica describe algunos casos raros en los que, aparentemente, podría no resultar beneficiosa para tus riñones.
Algunos de estos estudios con resultados contrarios mostraron que ciertas personas, las cuales tomaban únicamente creatina o lo hacían junto a otros suplementos, presentaron niveles altos de creatinina y/o disfunción renal.
Por otra parte, estudios realizados en ratas que ya padecían enfermedad renal, y a las cuales se le suministró una cantidad de creatina equivalente a 140 g/día para una persona de 70 kg, concluían que experimentaron una progresión de la enfermedad.
Estos y otros estudios con resultados en la misma línea generaron preocupación entre los investigadores, por lo que se puso el foco en aumentar los estudios sobre el impacto de la creatina en la función renal.
Argumentos en contra de que la creatina daña los riñones
La intensa investigación científica posterior, mediante estudios clínicos bien controlados, pudo demostrar que muchos de los estudios anteriores no presentaban la rigurosidad requerida para mostrar afirmaciones de causalidad y en su gran mayoría fueron refutados.
Estudios en animales
Entre la inmensa literatura científica a favor de la suplementación con creatina, encontramos estudios que señalan que la suplementación en ratas con 2g/kg/día durante 10 semanas no tuvo efecto sobre la filtración glomerular ni el flujo plasmático, de la misma forma que otras investigaciones apuntan que tampoco se produjo toxicidad renal ni hepática con idénticas cantidades o que la suplementación de creatina en ratones se ha utilizado con éxito para mejorar la disfunción renal relacionada con la asfixia al nacer.
Estudios en humanos
Dejando a los roedores de lado y centrándonos en los humanos, podemos encontrar innumerables investigaciones que avalan la seguridad de la creatina. Te muestro a continuación algunos de carácter relevante:
- El consumo en humanos de 20 g/día de creatina durante 5 días, y hasta 10 g/días desde los 10 meses hasta los cinco años (dosis muy altas y a muy largo plazo) no tuvo efecto sobre el aclaramiento de creatina, la tasa de filtración glomerular, la reabsorción tubular o la permeabilidad de la membrana glomerular.
- Jugadores de fútbol americano que se suplementaron con dosis de creatina de 5-10 g durante 21 meses no tuvieron efectos sobre la depuración de creatinina.
- Doce semanas de suplementación con creatina en pacientes diabéticos tipo 2 no tuvieron efectos sobre su función renal.
- Se ha utilizado con éxito la suplementación de creatina para reducir los niveles de homocisteína y/o mejorar los resultados de los pacientes con enfermedad renal.
- La suplementación a largo plazo en poblaciones de pacientes con diferentes patologías, hasta 30 g/día durante años, no se asoció a una mayor incidencia de disfunción renal. En cualquier caso, siguiendo el principio de individualización, es muy recomendable que las personas que deseen iniciar la suplementación con creatina, y que presenten algún tipo de patología renal, consulten con su médico antes de iniciar el proceso.
- Numerosos estudios señalan que existe evidencia suficiente sobre el consumo seguro de creatina, en las dosis recomendadas, para niños y adolescentes, sin que se produzcan efectos secundarios clínicamente significativos. Es decir, en niños y adolescentes tampoco la creatina daña los riñones. Por lo que se puede señalar el consumo de monohidrato de creatina en personas sanas, estén entrenadas o no, e independientemente de la edad, como una práctica segura. Además, la ingesta de creatina en jóvenes atletas puede reducir el riesgo de lesiones y mejorar las adaptaciones al entrenamiento.
- La investigación científica también señala que la creatina puede mejorar la salud y el bienestar durante el proceso de envejecimiento, además de contribuir positivamente en el tratamiento de diversas poblaciones clínicas sin que dicha suplementación presente riesgos significativos.
¿Y por qué sube la creatinina? Filtración glomerular.
La creatinina es un producto de desecho que se genera en los músculos dentro un proceso normal que resulta de la actividad física diaria. Este producto, la creatinina, se acumula en la sangre y es expulsado por los riñones a través de la orina. Si existe un problema en los riñones la creatinina se puede acumular en la sangre observándose menos cantidad en la orina, por lo que los niveles anormales de creatinina, tanto en sangre como en orina, podrían indicar enfermedad renal.
Cuando consumes creatina como suplemento esta se degrada por vía no enzimática a creatinina. Esta degradación puede, en algunos casos, elevar transitoriamente y de forma desproporcionada, los valores séricos de creatinina respecto a los que puedan encontrarse en la orina, lo que podría generar sospecha de una nefropatía.
Esta elevación transitoria de la creatinina sérica por la suplementación con creatina no es patológica en sí misma.
Sin embargo, al ser la determinación de la creatinina sérica un parámetro solicitado de forma rutinaria en los análisis clínicos, con la finalidad de corroborar el buen funcionamiento de los riñones, los posibles resultados anormales provocados por la suplementación con creatina podrían inducir a una primera sospecha errónea de enfermedad renal.
La segunda sospecha aparecerá con otra de las pruebas que siguen a la anterior, la determinación de la velocidad de filtración glomerular estimada (eVFG). Esta determinación se calcula con una fórmula que incluye la concentración de creatinina sérica. Obviamente, al introducir los valores de creatinina, elevados de forma transitoria por la suplementación con creatina, se obtendrá un resultado inferior al real sobre la estimación de la velocidad de filtración glomerular (eVFG), pudiéndose diagnosticar, de nuevo erróneamente, una enfermedad renal y/o insuficiencia renal.
La elevación de la creatinina sérica, o su valor desproporcionado respecto de la creatinina en la orina, no tiene por qué ser un indicativo de enfermedad renal en sí mismo, y menos debido a la ingesta de la suplementación con creatina.
Es muy importante informar a los médicos sobre el consumo de creatina como suplemento para que puedan realizar un diagnóstico correcto y/o las pruebas más adecuadas ante un resultado anormal de los valores de creatinina o ante la sospecha de enfermedad renal.
Resumen
- La creencia de que la creatina daña los riñones está muy extendida dentro del ámbito médico y deportivo.
- La creatina es un suplemento alimenticio con una larga investigación tras de sí y su ingesta presenta numerosos beneficios entre los que se encuentran determinadas mejoras en la salud y el rendimiento deportivo.
- El único efecto adverso que se ha podido asociar a la creatina es el de un leve aumento de peso debido a la retención de líquido en las células musculares. Este efecto, más que considerarse como desfavorable, debería calificarse como beneficioso.
- “El consumo de suplementos de creatina en sujetos sanos por tiempos prolongados es seguro para la salud y no hay evidencia de que produzca daño renal crónico”.
- Los casos de nefrotoxicidad reportados por la literatura científica son muy escasos en individuos sanos.
- Debido a que no hay evidencia suficiente sobre el uso de creatina en sujetos con nefropatías crónicas o que ingieran drogas nefrotóxicas, se recomienda no utilizarla en estas poblaciones.
- Elevación de creatinina sérica y velocidad de filtración glomerular:
- La elevación transitoria de la creatinina sérica por la suplementación con creatina no es patológica en sí misma. Emplear únicamente dicho dato para emitir un diagnóstico de enfermedad renal podría resultar erróneo.
- La determinación de la velocidad de filtración glomerular estimada (eVFG) incluye en su fórmula el dato de la concentración de creatinina sérica. Si se introduce en dicha fórmula un valor de creatinina elevado por la suplementación con creatina, se obtendrá un resultado para la velocidad de filtración glomerular (eVFG) inferior al real. Esto puede llevar a emitir un diagnóstico erróneo de enfermedad renal y/o insuficiencia renal.
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